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Dinamarca: vivir feliz y comer perdiz

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Dinamarca: vivir feliz y comer perdiz

El primer Informe Mundial de la Felicidad, realizado por las Naciones Unidas en 2012, atrajo la atención internacional sobre el estado de la felicidad global. ¿Pero cuáles son las razones de los altos niveles de felicidad en Dinamarca? ¿Es realmente cierto que los daneses son las personas más felices del mundo?

En este estudio, se midieron seis variantes para su realización: el producto interior bruto (PIB), las posibilidades de llevar una vida saludable, el respaldo social, la libertad personal para tomar decisiones vitales, la ausencia de corrupción y la generosidad.

 

La felicidad es importante no sólo por sí misma, sino porque garantiza una mayor esperanza de vida, ser más productivos, tener sueldos más altos y ser mejores ciudadanos. En términos generales, la felicidad media del planeta se encuentra en un modesto 5,1 sobre 10.

La receta de la felicidad “a la danesa” en cambio, se cuece con tres ingredientes principales.

En la sociedad danesa existe un alto nivel de confianza y solidaridad entre sus ciudadanos. No solo con la familia y los amigos, los daneses también confían bastante en el prójimo y tres de cada cuatro personas creen en la bondad de desconocidos. Además, los daneses sienten menos necesidad que otros de escalar en el estatus social y no hay envidias porque no están obsesionados por destacar.

Otro asunto importante es la seguridad. Dinamarca es el segundo país más seguro del mundo. Cuando alguien pierde su empleo tiene derecho a ayudas y cuando alguien cae enfermo, puede ir gratis al hospital.

La riqueza es un tercer factor: tener dinero ayuda a ser feliz. Dinamarca no es que sea el país más rico del Universo, pero presume de los sueldos más altos del mundo, con un salario mínimo que ronda los 2.000 euros mensuales.

Que el dinero pueda comprar o no la felicidad es motivo de debate, pero parece ser que una manera para garantizar su felicidad es simplemente teniendo el ADN Dinamarqués.

Los que se van a Dinamarca viven felices y comen perdices!